Joel lo guió durante días,
hasta llegar a una casa enorme, allí encontró a lo que el le
había contado que era su
familia, en cuanto vio a la mujer se puso a temblar, reconocía el
aroma lo tenia guardado en algún recodo de su memoria,era su madre,
ella se acerco y lo abrazo con suavidad, Jerone no se inmuto ni se
movió, solo noto el calor del abrazo y se sintió extraño y cansado
tuvo que pasar varios
meses hasta que el empezó a hablar con ellos, le habían dado
una habitación, eran
extraños en su comportamiento, notaba alegría en ellos pero
también intriga y
sobretodo alerta, nunca dejaban de estar alertas cuando el entraba
en una habitación ¿miedo?
Tal vez, se alimentaban sin matar animales, bebían la
sangre en copas y nunca se
manchaban las manos con los animales, para eso tenían
criados que les hacían el
trabajo, su madre se pasaba horas hablando con el, contándole cosas
de su niñez cosas que el no recordaba pero que parecían vagos
recuerdos, por mas que
intentaban saber de lo que había sido de el, Jerone nunca quiso decir
nada al principio se levantaba y se iba de la habitación sentía como
se ahogaba.
Aunque fue duro al
principio poco a poco fue acostumbrándose a aquel nuevo sitio
si algo era, era un
superviviente y se podía adaptar a cualquier cosa.
Con el tiempo le llego la
costumbre y aunque le costo mucho al final encontró un sitio en
aquella casa y aunque nunca se sentía del todo parte de ese lugar
poco a poco fue comprendiendo que aquella gente era su familia y que
de alguna forma debía de estar con ellos, aunque no se sintiera
cómodo del todo
Con ellos aprendió nuevas
formas de vida, nuevas cosas pero el tiempo no le ayudo a
olvidar el pasado, solía
sumergirse en pesadillas donde se veía una y otra vez atado
una y otra vez huyendo y
despertaba gritando y deseando matar a cualquier ser que se
le acercara, hasta que
descubrió que había formas de huir y se marchaba de su casa
y las buscaba en los
sitios mas oscuros de la ciudad, sitios oscuros como el donde
encontraba lo que buscaba,
dolor y destrucción, después de eso volvía a casa y se
duchaba intentando limpiar
la suciedad que creía llevar pegada a su piel hasta casi
arrancarse la piel.
El tiempo siguió su curso
y Jerone se construyo un nombre entre los suyos, era
temido y nadie quería
acercarse a el pero tampoco le importaba, prefería la soledad
de sus silencios que la
compañía de cualquier ser, se acostumbro a que cuando
entraba en algún sitio y
lo reconocían se apartaban y le dejaban pasar, se acostumbro
a las miradas de miedo y a
que se le diera lo que el quería sin ningún problema, la sensacion de
poder era agradable y le gustaba dar miedo, el sabor del pánico le
llenaba de satisfacción.
El tratro con sus hermano era frió por su parte y muy paciente por la
de ellos, con su padre era una relación extraña para el, le causaba
respeto y no sabia por que, no le tenia miedo pero nunca levantaba la
voz cuando el lo fulminaba con la mirada y su madre, por su madre
sentía algo mas que raro lo confundía, solo ella lo calmaba en las
noches que la cabeza le explotaba, su mano en la frente le daba paz y
su voz le hacia que dejara de temblar.
Sensaciones nuevas que el
no entendía y que dejaba correr por que tampoco le
importaban y después de un
centenar de años intentando ser como los demás llego a
la conclusión de que no
merecían la pena, a si que se creo un mundo paralelo al que
tenían en su hogar, odiaba
a los humanos por débiles y crueles y detestaba a su raza
por ser simplemente como
eran, se metía en peleas salvajes, practicaba el sexo mas
sadomasoquista que había
siendo el siempre el dominador, no le importaba si eran
humanas al fin y al cabo
eran de usar y tirar o si eran de su especie, con ellas siempre
podía pasarse y que ellas
se pasaran con el pero al final siempre volvía a casa, no
entendía como su familia
podía ser tan humana, no entendía como a su hermano Joel
le gustaba tanto mezclarse
con esa gente pero en el fondo tenia muy claro que ese, por fin era
su sitio.
Laura Red
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